Cuando alguien piensa en suiza, estoy seguro de que lo primero que se le viene a la cabeza son las navajas, los relojes y las vacas. Ahora, pensad un momento en la gastronomía de este país. A ver si lo adivino, solo recordáis dos alimentos: el chocolate y el queso. Estoy seguro de que la mayoría de vosotros, al menos los que no hayáis venido de viaje al país alpino, no sabréis nombrar muchos más. De hecho, ¿podríais decirme ahora mismo cuáles son sus quesos más conocidos? Muchos no sabréis qué responder, os preguntaréis qué comer en Suiza e incluso algunos pensaréis que este país no destaca mucho por su comida, quitando los productos lácteos.
Esto es un error, algo que solo le puede suceder al que nunca ha venido a Suiza.
Pues para eso estoy yo aquí, por ello he redactado este artículo. Suiza es una nación muy pequeña, pero creo que, para su tamaño, tiene una buena variedad de productos que harían la boca agua a cualquiera que los pruebe. Y no solo eso: en este diminuto país han nacido alimentos reconocidos a nivel mundial. Comenzando por su grandioso chocolate y el queso, pasando por dos platos de fama internacional y terminando con un almuerzo y un postre que os harán la boca agua, os aseguro que después de leer este post, sabréis perfectamente qué comer en Suiza y querréis venir lo antes posible.
Sin más dilación, que comience la primera lista de platos que comer en Suiza.
1-La Fondue
La Fondue es sin duda el plato nacional de Suiza por excelencia. Conocida mundialmente y versionada hasta el infinito con los ingredientes más raros que os imaginéis, la fondue tradicional está hecha con uno de los ingredientes más destacados del país: el queso. Este tradicional plato ayuda a los suizos a aguantar esos largos inviernos fríos y nevados que tenemos que soportar todos los que vivimos aquí.
Se dice que la fondue nació en este país alpino a finales del siglo XIX. Aunque existen muchas variedades y formas de prepararla, yo os hablaré de las que encontraréis normalmente en los cantones de Friburgo y Berna. Siempre se preparan en una especie de olla de cerámica con un mango, y se come con unos largos tenedores en los que se ensartan trozos de pan o patata cocida.
En Friburgo destacan dos tipos sobre el resto, la fondue friburgeoise y la moitié-moitié. La primera de ellas lleva solo un tipo de queso, el Vacherin, propio del cantón, muy cremoso y con sabor y olor fuerte si es viejo. La segunda lleva, además de Vacherin, uno de los quesos suizos por excelencia, conocido mundialmente: el Gruyère. Suelen prepararse añadiendo agua, vino blanco y especias a la mezcla.
En Berna lo normal es que los restaurantes ofrezcan otros dos tipos de fondue, siendo la más popular la de Gruyère y Emmental. Este es otro de los quesos más famosos del país, originario del cantón de Berna. En determinados lugares, también añaden otro queso suizo a la mezcla, el Sbrinz.

@via.switzerland
Además de las variedades mencionadas, muchas veces podemos encontrar también fondues con tomate, setas, trufa, cerveza y otros ingredientes. Además, aunque suele comerse con pan y patatas cocidas, algunos suizos utilizan frutas como pera o uvas, e incluso verduras para mojarlas en el queso. Solo hay que echarle imaginación, este plato tiene todas variantes que se os ocurran.
Todo aquel que viaje por estos cantones, encontrará este popular plato en multitud de restaurantes. Si venís a Friburgo, os recomiendo comerla en el Café du Gothard, al lado de la Catedral de San Nicolás. También podéis probarla en otro lugar muy turístico del cantón: Gruyères, la ciudad que da nombre al distrito del que viene el famoso queso. En cuanto a Berna, os recomiendo que vayáis al restaurante Le Lötschberg, donde os servirán otros platos típicos del país además de la fondue.
Una fondue para dos o tres personas cuesta unos 25 francos, precio que aumenta si añadimos ingredientes como boletus o tomate. Como curiosidad, en Suiza normalmente existen tradiciones ligadas a este plato. Por ejemplo, si se te cae un trozo de pan o patata dentro, mientras los mojas, tendrás que pagar la siguiente que os comáis. Otros juegan a quitarse una prenda cada vez que sucede esto. Lo que hagáis o no para divertiros cuando coméis una fondue, lo dejo a vuestra elección.
2- Los quesos
Hablando del país de las vacas por excelencia y habiendo mencionado ya la fondue, es obvio que la siguiente comida suiza que hay que destacar son los quesos. Suiza tiene muchísimas variedades de queso, existen diferentes tipos casi en cada región. Aquí os hablaré de los quesos típicos de Friburgo y Berna, todos de vaca, que casualmente son los más conocidos fuera del país.
Gruyère:
Empezando por Friburgo, en este cantón encontramos el rey de los quesos, archiconocido mundialmente: el Gruyère. Ese queso tan rico, con sus agujeros… eh, espera. Atiende bien, EL GRUYÈRE NO TIENE AGUJEROS. No se en que película o serie antigua habrá salido un supuesto gruyère con agujeros, pero eso NO EXISTE. Es un falso mito transmitido dios sabe donde desde hace tiempo.

@gruyere_aop
Cambiando de tema, en mi opinión este queso duro y de gusto profundo y salado, es el mejor que podéis comer en Suiza. Y, para mí, uno de los mejores del mundo. Tiene un sabor totalmente diferente de cualquier otro que hubiera probado antes. Y, para disfrutarlo en su máximo apogeo, qué mejor que ir al lugar donde se lleva fabricando años y años: Gruyères.
Os recomiendo que vayáis a un lugar llamado La Maison du Gruyère, en el distrito del mismo nombre. Es un lugar muy turístico, pero vale la pena visitarlo. Allí podréis probar sus distintas variedades, la fondue y otros platos típicos del país. Además, en su quesería os enseñarán como se fabrica, y en su tienda podréis comprarlo y llevároslo a casa.
Emmentaler:
El queso de Emmental o Emmentaler es otro de los más conocidos en Suiza y en el mundo. Se caracteriza por sus agujeros (este sí los tiene) y por su sabor más suave y dulce que el gruyère, además de ser más blando. Este queso es uno de los más típicos que comer en Suiza, y se puede utilizar de muchas formas: en la fondue, en bocadillos, rallado sobre la pasta etc.

@emmentaleraop
Pero, ya que venís a Berna, probad uno de verdad. Porque os aviso, el Gruyère y el Emmentaler que podemos encontrar en los supermercados españoles y del resto del mundo, no tienen NADA que ver con los que se comen en Suiza. Yo los había probado en España, y no me parecieron nada del otro mundo. Mi opinión cambió drásticamente cuando los comí por primera vez en este país.
Si queréis probarlo, id a la región de la que proviene: Emmental, en Berna. Allí hay multitud de pueblos y queserías, como la Emmentaler Schaukasërei, en Affoltern im Emmental, que ofrece tours en los que os enseñarán cómo se hace.
Tête de Moine:
Otro queso del cantón de Berna, muy famoso en Suiza y relativamente conocido en el extranjero. Se sirve de una forma muy peculiar, que lo hace único: la pieza se ensarta en un aparato redondo con una manivela arriba, que tiene una cuchilla. Al girar la manivela, esta va raspando el queso y originando tiras muy finas que forman rosas. De ahí su nombre, «cabeza de monje», que es lo que parece cuando le quitas la tapa al queso y se ve todo blanco excepto los bordes de color marrón.

@terroirjuraregion
Además, el Tête de Moine se fabrica en la Abadía de Bellelay, situada en el Jura Bernés (no hay que confundirlo con el cantón del Jura). El queso es extremadamente antiguo, de hecho ya se hablaba de él en el siglo XIII. Aunque el aparato del que os he hablado, la «Girolle», se creó en el siglo XX y provocó un aumento de la popularidad de este producto. Os recomiendo que visitéis la abadía mencionada, en la que se encuentra la casa del Tête de Moine, donde podréis probar el famoso queso.
Vacherin:
Volvemos a Friburgo para descubrir otro de sus productos más famosos, el Vacherin Fribourgeois. Se trata de un queso muy cremoso pero con un gran sabor, que se acentúa muchísimo cuanto más viejo es. Como ya expliqué antes, con el Vacherin se elaboran las dos fondues de friburgo, la Fribourgeoise y la moité-moitié.

@thecheeseladyuk
Si queréis probar este queso, podéis comprarlo en prácticamente cualquier quesería del cantón o en alguno de sus restaurantes (aunque no en tantos como el Gruyère). Por ejemplo, lo sirven en la ya mencionada Maison du Gruyère o en el Café du Midi, en la ciudad de Friburgo. En mi opinión, este es otro de los mejores quesos que comer en Suiza.
3- El chocolate
Cuando alguien piensa en Suiza, se le vienen automáticamente cuatro cosas a la cabeza: navajas, relojes, quesos y… por supuesto, ¡el chocolate!
El chocolate suizo es famoso en el mundo entero por su calidad y variedad. Lo hay de todos los gustos, colores y tamaños. De hecho, los suizos han inventado varios tipos de chocolate, mezclando el cacao con otros elementos. El chocolate con leche lo crearon Henry Nestlé y Daniel Peter, fundadores de la que hoy es una de las compañías mas importantes del país alpino, un gigante transnacional. También nació en esta nación el chocolate blanco y, más recientemente, el Ruby, de color rosa y sabor afrutado totalmente naturales.
Podréis comprar todos estos tipos de chocolate en cualquier supermercado suizo. Las marcas más importantes a nivel nacional son Lindt, Cailler y Nestlé, aunque también hay que destacar a Villars, una chocolatería de Friburgo que elabora productos de una gran calidad. Además, cuando paseéis por las calles de casi todas las ciudades suizas medianamente grandes, encontraréis dos famosas confiterías: Läderach y Sprüngli. En ellas podréis comprar chocolate al peso, bombones y otros productos artesanales elaborados con cacao.

Bombones de Läderach, por @massimo_luongo
Y si, como yo, sois unos locos del chocolate hasta el punto haber pasado vuestra infancia viendo por la tele a Willy Wonka en bucle, tengo una buena noticia. Si vais a Broc, un pueblo del cantón de Friburgo, podréis visitar una verdadera fábrica de chocolate: la Maison Cailler.
Este lugar es indispensable si venís con niños (o si sois adultos y os disloca el cacao). Ofrecen visitas guiadas por su interior, en las que os enseñarán la historia de este delicioso producto y de su creador, François Luis Cailler. Y lo mejor de todo: al acabar la visita podréis probar TODOS los bombones que esta marca tiene en el mercado. Habéis leído bien, TODOS. Recuerdo la primera vez que fuí, no me lo podía creer cuando vi ese buffet libre delante de mí. Creo que comí unos 30 bombones, no exagero, los probé todos varias veces. Y si os quedáis con hambre, la fábrica dispone de una tienda gigantesca donde podréis comprar recuerdos y, por supuesto, más chocolate.
4-La Raclette
La Raclette es el otro plato nacional, otra de las comidas típicas de Suiza por excelencia, originaria del cantón de Valais. Se trata de un tipo especial de queso, el cuál se corta por la mitad, se le aplica calor para que se funda y se vierte por encima de otros alimentos como patatas, pepinillos o verduras.
Antiguamente esto se hacía sujetando el queso con la mano mientras se calentaba al fuego, para después rasparlo con un cuchillo largo. Después se inventaron los hornos de raclette, que disponen de todo lo necesario para servirlo de forma sencilla y rápida.

@amisdelafete
Hoy en día, la mayoría de familias suizas no disponen de estos hornos, sino de una especie de hornillos eléctricos con palas, en los que se colocan los trozos de queso cortados en cuadrados. Suelen tener unos 6 huecos, uno para cada comensal, que dispone de su propia pala. Además, arriba tienen una parrilla en la que podemos tostar las verduras, el bacon o las patatas.
He de avisar algo, no en todos los restaurantes suizos ofrecen raclette. Si queréis probarla, buscad por internet si hay alguno en el lugar que visitéis que la tenga en la carta. En el caso de Friburgo y Berna, la podréis degustar en muchos, como Le Café de l’Ange en Friburgo o Le Lötschberg en Berna. Una de las comidas más típicas que podéis comer en Suiza.
5- Rösti
El rösti es otro de los platos estrellas del país alpino. Y no, no se hace con queso, como algunos estaréis pensando. Es una especie de tortilla de patatas sin huevo, que se hace principalmente con patata y cebolla ralladas. Hay distintos tipos de rösti, así que dependiendo del cantón en el que nos encontremos será más normal ver unos u otros.
Este plato nació en la Suiza germanófona, de hecho su nombre viene del verbo rösten, que en alemán significa tostar. Como dato curioso, el rösti es una comida tan importante en este país, que ha dado nombre a la frontera imaginaria que separa la parte francófona con la de habla alemana: el röstigraben. En el cantón de Friburgo podemos encontrar esa separación, ya que, en ocasiones, cruzamos a mundos distintos al pasar de un pueblo al otro. En uno te hablan en francés y en otro, a 5 kilómetros de distancia, alemán. E incluso los hay bilingües, como la propia ciudad de Friburgo.

@diemarkthalle
Volviendo al tema, si queréis probar el rösti cuando vengáis a Suiza, estáis de suerte. Podréis encontrarlo en prácticamente cualquier restaurante, sirviéndolo a veces también como desayuno. Lo encontraréis acompañado de diferentes ingredientes: bacon, queso, huevos o incluso carne. En Friburgo suelen servirlo con queso Gruyère o Vacherin y en Berna, con bacon y huevos fritos.
Aún así, en cada restaurante tienen distintas variedades, así que no os faltarán opciones para elegir. Una porción suele costar entre 15 y 20 francos, dependiendo de los ingredientes que lleve. El rösti es uno de los mejores platos que comer en Suiza y está delicioso, así que no dudéis en probarlo.
6- Merengues con crema doble
Después de tanto salado, cerramos esta lista con un postre. Y no uno cualquiera, no, es un señor postre, de los mejores dulces que he probado en mi vida (y soy de probarlo todo y comer bastante). Se trata de los merengues con crema doble, una de las mejores cosas que comer en Suiza, sin duda. Fueron creados en La Gruyère, en el cantón de Friburgo, así que si venís a este lugar estáis de suerte, porque vais a probar los mejores.
Para empezar, olvidaos de todos los merengues que hayáis probado antes, porque estos os van a flipar. Son duros por fuera y blandos y caramelizados por dentro, y se mojan en una crema de nata de leche creada especialmente para que ambos sean combinados. Esta fusión da lugar a una de las maravillas del país alpino, algo que os hará la boca agua. No puedo explicar con palabras su sabor y su textura, es imposible hacerlo.

@mariluxcakes
Solo os digo una cosa: aprovechad para comer todos los que podáis en Suiza, porque no los vais a encontrar en ninguna otra parte. Y os aviso de que, una vez los hayáis probado, no los vais a poder olvidar NUNCA. Vais a desear que llegue el día en el que volváis a Suiza para poder comerlos otra vez. Y lo digo por experiencia propia.
Para probarlos por primera vez, que mejor sitio que el pueblo de Gruyères. Allí los encontraréis en cada restaurante, solos o combinados con frambuesas u otros frutos rojos. Os lo digo en serio, este dulce hay que probarlo una vez en la vida. Y si venís a Friburgo, no cometáis el pecado mortal de no hacerlo. Porque si no, os vais a arrepentir.
Hasta aquí la primera lista de platos que comer en Suiza. Creo que los seis que he indicado son muy representativos de la gastronomía del país. Sin embargo, todavía quiero mostraros otros cuantos, que incluiré en otra lista que veréis pronto. Todos estos platos son típicos de los cantones de Friburgo y Berna, así que si venís de viaje aquí, podréis encontrarlos fácilmente en cualquier lugar. No se hable más, preparad vuestro estómago porque estas delicias están aquí para vosotros. ¿A qué esperáis para venir?
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[…] José Antonio Jiménez Rodríguez 16 diciembre, 2019 Hoy os traigo la segunda parte del artículo Qué comer en Suiza: Friburgo y Berna (parte I). Así que, si no lo habéis leído, pinchad en el enlace antes de continuar. Una vez hecho esto, […]